jueves, 21 de julio de 2011

Experiencia de l'Enric en Sierra Leone




Desde el pasado mes de abril hasta hoy el Blog de Apadrina ha permanecido en fase durmiente, pero como la finalidad del mismo es ir manteniéndoos al día de lo que va sucediendo en Sierra Leone, despertamos de nuestro letargo para ponernos de nuevo en marcha e ir ofreciéndoos aquello a lo que nos comprometimos cuando lo creamos, NOTICIAS SOBRE SIERRA LEONE.

Por ello vamos a empezar con un escrito que nos envió Enric, Cap de Manteniment de de nuestro hospital, que colaboro junto con el equipo de ingenieros de Azimut 360 : Dani, Mireia y Oliver en el proceso de instalación del Sistema de Fotovoltaica para el Hospital de Sierra Leone.

Este proyecto se ha podido realizar gracias a la financiación de la Fundación Provitas y de Caixa Penedés, con el importe del Premio Josep Parera 2009, concedido al Hermano Fernando Aguiló como reconocimiento público por su vocación y dedicación al servicio del desarrollo comunitario en las dimensiones social, humanitaria y solidaria.

Esta instalación ha supuesto una mejora muy importante para el futuro del desarrollo del hospital y los que allí viven y trabajan.

Así que os dejamos con el escrito de l’Enric:

Me han pedido que haga unas cuantas líneas explicando mi experiencia en Sierra Leone, y la verdad es que es muy difícil, porque no se puede describir con palabras todo lo que se ha vivido allí, ni fotografías, ni vídeos, nada puede transmitir las vivencias de estos dos meses y medio, solo me quedan los recuerdos………pero que recuerdos!!

Inicie esta aventura con mucha ilusión, preparado mentalmente para lo que me podía encontrar pero al mismo tiempo con la intención de vivir intensamente esta experiencia y saborearla al máximo. Con un poco de inquietud también ante lo que me podía encontrar, porque no reconocerlo, era una gente diferente, otra lengua, otra cultura, otro color, todo era diferente a lo que estaba acostumbrado.

Hace unos meses surgió la posibilidad de colaborar con el Saint John of God Hospital en Mabesseneh (Sierra Leone), se ponía en marcha un proyecto para instalar un sistema de energía fotovoltaica y necesitaban una persona del Hospital que pudiera colaborar en todo el proceso de puesta en marcha “in situ” y la verdad es que no lo dude en ningún momento, era una experiencia tanto personal como profesional que no podía dejar pasar.

Se aprovecho la estancia para tirar adelante otros proyectos además del de la fotovoltaica, como son la mejora de las instalaciones de agua y el de elaborar protocolos de mantenimiento de los equipamientos tanto médicos como industriales del hospital.



Lo que en un principio había de ser una estancia de 6 a 8 semanas, al final fue una estancia de 70 días, pero conseguimos el objetivo: DOTAR AL HOSPITAL DE ELECTRICIDAD 24 HORAS AL DIA.

Cuando llegamos solo tenían electricidad gracias a unos generadores que funcionan con gasóleo en dos franjas horarias (de 10 a 14h y de 20 a 3h), el resto del día no tenían. Ahora tiene electricidad las 24 horas el día, de 10 a 14 se sigue conectando el grupo electrógeno, pero el resto del día trabajan con la luz solar

Esta mejora ha representado un salto cualitativo para el hospital, mejorara la atención al paciente, pueden tener los equipos médicos conectados las 24h del día, garantiza el suministro eléctrico de las neveras de laboratorio, banco de sangre y farmacia, así podremos ahorrar económicamente ya que consumiremos menos gasóleo.

La verdad es que esta estancia aquí será inolvidable, es curioso, pero ahora cuando lo miro desde la perspectiva, creo que ha sido un paréntesis en mi vida, un paréntesis donde realmente he sido feliz, he estado unos días lejos de la gente que quiero, la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, de todo mi entorno, pero este entorno privilegiado a hecho que no fuera un extraño, al contrario, me he sentido acogido, integrado con la gente y el entorno.

Me ha permitido descubrir un país maravilloso, del que no conocemos casi nada y que tiene una gran riqueza para mostrar, unos paisajes frondosos, unos valles de unos colores vivos, unas playas paradisiacas, una luz, un color, un todo, que han hecho que me enamore de este continente.

Ha sido la primera vez que he estado en un país de el África Negra y la verdad es que es diferente del resto, tiene un no sé qué, que engancha, supongo que es un compendio de todo, los paisajes, los colores, pero sobre todo de la gente, una gente maravillosa, que no tiene muchos bienes materiales y que en muchos casos rozan la miseria, pero que lo dan todo, siempre tienen una sonrisa, una palabra amable, son realmente entrañables.

En mi corazón siempre habrá un rinconcito para esta gente y su país…..

Lo que peor me sabe es no dominar más el ingles para haber tenido una mejor comunicación con ellos, pero quien sabe, quizás en otra ocasión….

No querría terminar sin agradecer a mucha gente el soporte que me dieron durante toda esta experiencia, los que estuvieron a mi lado muchos días chateando por el Messenger, los que han ido mirando el blog, los que me escribieron mails, lo que me llamaron, los que me enviaron mensajes, los que en algún momento pensaron en mi………………a todos muchas gracias…. sin vuestro soporte esta estancia hubiera sido muy diferente!!!


Si queréis seguir leyendo lo que fue su experiencia podéis entrar en la siguiente dirección: http://enricsierraleona.blogspot.com/

sábado, 30 de abril de 2011

- Emergency doctor come! Una carta escrita en 2009 desde el hospital

Casualmente hoy ha aprecido esta carta en la pantalla de mi PC. Es un poco antigua pero las cosas no son muy diferentes. En el Hospital de Mabesseneh siguen muriendo niños que en nuestro entorno vivirían.

No sois muchos los que visitáis este blog pero a los que lo hagáis recordar a vuestros amigos que necesitamos su ayuda para tratar a los niños de Sierra Leona. Apadrina un tractament sigue haciendose cargo de los gastos de hospitalización de los niños en el hospital pero como dentro de poco veréis en la memoria del año 2010 vamos un poco justos.


- Emergency doctor come!

Con esta orden imperativas lanzada a través de mi móvil, ha empezado hoy mi día a las 6,30 de la mañana. Otro amanacer de niebla y falsa lluvia (dew) presagiando un mal inicio de jornada. En efecto, al cruzar el patio del hospital, Jariatu, la enfermera de noche iba con los guantes de goma puestos. Eso significa muerto. Nadie en este hospital (o en todo el pais?) toca un muerto sin llevar las manos cubiertas. Se puede tocar cualquier miseria en un vivo pero en cuanto muere los guantes parecen evitar el contagio de la muerte. -"La cama 7 dr....". Allí yacía Mohamed Koroma de 15 años de edad, aun caliente. Parecía dormido, encogido sobre si mismo, en una actitud extremadamente dulce. Los ojos cerrados y los labios rollizos y tiernos esbozando una sonrisa. Os aseguro que era absolutamente angelical. Un angelito negro, como los de Machin. No se si esta expresión de debía a la pureza de su alma o a la morfina que le habíamos indicado unas horas antes. En todo caso creo que murió sin sufrir.

Desde el patio llegaban los gemidos desgarrados de un hombre solo, vestido con camisa roja y gorra de golf como la de Tintin. Se estiraba la ropa y alzaba las manos al cielo como si pidiera una explicación o un milagro. Pero en el cielo solo habían dos buitres que lo miraban con indiferenca. El padre de Mohamed solo tenía este hijo. Tras la muerte de su mujer dos años antes, él era el único sentido de su existencia. Impresionaba ver el cariño con que lo cuidaba y la complicidad de su relación. Lloró desconsoladamente en nuestros brazos. Sentimos su dolor y la fragilidad de la existencia. Como todos los muertitos de aquí, MOhamed abandonó el hospital envuelto en una hermosa tela de colores, azul, como el cielo después de una tormenta.

Un poco más tarde, a la hora del desayuna, Manuel nos contó la historia de Amidou y su padre. Amidu era un niño con una edad parecida a la de Mohamed, que estuvo ingresado aquí hace un par de años, al mismo tiempo que otra niña de la misma edad llamada MAriama. Ambos sufrían la misma enfermedad: limfoma de Burkitt en estado avanzado. MAriama era una niña hermosa y muy querida por todos, su madre Mamusu era y sigue siendo una mujer guapísima, espectacular ,inteligente y con una generosidad sin límites. Mamusu es peluquera en Lunsar. Tiene un pequeño local donde atiende y peina a muchas de las enfermeras del hospital. Algunas voluntarias, como Teresa, también se peinaron a lo africano en su peluquería. Pues bien, un día fue el cumpleaños de MAriama y su madre y las enfermeras del hospital le hicieron una fiesta y un pastél. Amidú, como no, estaba en la fiesta disfrutando como todos pero en un momento de silencio le preguntó a su padre que día había nacido él y cuando sería su cumpleaños. Al padre de Amidú no se le ocurrió inventarse una fecha. No tenía ni la menor idea de cuando había nacido su hijo, y así lo dijo. Mariama murió y se enterró en Lunsar, poco después lo hizo Amidú, pero, como su padre no tenia recursos, el entierro de Amidú se hizo en el cementerio del hospital que esta en una esquina del recinto, junto a la calle de MAbesseneh.

Acompañado por la memoria de Mohamed esta tarde he ido al cementerio, a buscar la tumba de Amidu y honrar su miseria y también por la curiosidad por ver si había alguna fecha en su lápida. No hay lápida, ni fecha ni siquiera señal de su ubicación. Solo unos relieves en el suelo, cubiertos de maleza, indican que la tierra se removió y se amontonó por lo que fueron varios cuerpos enterrados en paralelo a pocos metros de distancia. En este cementerio solo hay dos lápidas, una, mas lujosa, pertenece a HA Blake que al parecer fue un aspirante a hermano de SJD que falleció hace muchos años. La otra pertenece a Cathleen Dumbuya fallecida en el año 2007 a los 18 años de edad. La tumba consiste en una cruz de cemento de unos 50 cm de altura y 10 de anchura en la que hay grabado un rosario de color rosa. En el cruce de los brazos está la fotografía de CAthleen, una hermosa joven como todas a los 18 años.

Mamusu la madre de Mariama, hizo amistad con las enfermeras de pediatría y después de la muerte de su hija, en agradecimiento al cariño recibido, quiso ofrecer su trabajo como manicura y peluquera a los niños ingresados. Mamusu nos alegra ahora con su presencia un día a la semana. Corta las uñas y peina a los niños ique lo requieren. La manicura aquí, se hace con una hoja de afeitar tipo gillete o Sevillana.

Un abrazo a todos y recordar que Mohamed, MAriama, Amidou y muchos niños más, se atienden gratuitamente en este hospital gracias a los socios de APADRINA, los amigos de MAbesseneh que esperamos que cada dia sean más numerosos.

XAvier